El pasado 24 de octubre comenzó la Asamblea de Emaús en Europa, asamblea que se celebra cada cuatro años y congrega a los más de trescientos grupos que operan en el continente. En esta ocasión tuvimos la oportunidad de reunirnos en Rumania, más concretamente en Iasi. Una visita a los grupos que trabajan allí el día 23 fue el preámbulo del amplio programa. Los grupos allí desarrollan actividades de agricultura, formación y gestión de residuos, como en el resto de los grupos Emaús en el mundo su trabajo se pone a disposición de las personas más vulnerables, las que más sufren.
Una Asamblea de Emaús no sólo es un espacio de decisión, una Asamblea de Emaús es una oportunidad para compartir buenas prácticas, realizar talleres en torno a las cuestiones que nos preocupan y una oportunidad para la reflexión compartida, reflexiones y debates abiertos que orientan el trabajo del movimiento para los próximos cuatro años.
En la Asamblea de este año modificamos algunos aspectos de nuestros estatutos, elegimos al nuevo consejo de administración y reelegimos a nuestra presidenta Carina. Además de estos asuntos formales se llevaron a cabo infinidad de talleres, ponencias e intercambios de experiencias. Son días tremendamente intensos, de aprendizajes, intercambios, solidaridad, cohesión y un poco de fiesta.
La paz, la igualdad de género, la emergencia climática, la gestión de residuos, la libre circulación, la acogida digna…. fueron los temas centrales de los talleres.
Este año el premio Lucie Coutaz, un premio de reconocimiento en la defensa de los valores de Emaús, se vino a Bilbao de la mano de nuestra compañera Rosa, un premio que agradecemos y que nos servirá de revulsivo para seguir armándonos de argumentos sólidos para continuar defendiendo los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la igualdad en la diferencia.
Gracias Emaús Europa, gracias, Iasi, y gracias a todas las personas voluntarias que nos ayudan siempre a entendernos. ¡¡¡ GRACIAS INTERPRETES¡¡¡