- Amalur Reutiliza lleva seis meses de trabajo compartido por la economía circular y la incorporación de personas en situación de dificultad.
- El pasado mes de julio se cumplieron seis meses desde que las entidades que impulsan el Proyecto Amalur se pusieran de acuerdo en presentar esta iniciativa.
Tras seis meses desde que el Proyecto Amalur viera la luz, las entidades miembro, Traperos Recicla (Murcia), Vivir do Trabalho (Pontevedra), Riquirraque (Asturias), Emaús Servicios Medioambientales (Bilbao), Traperos Huelva y las personas que forman parte de cada uno de sus equipos, se han conocido más entre ellas, han compartido experiencias, prácticas y conocimientos. Todo esto resulta un acicate para una sociedad donde esos valores parecen ser contraculturales y, en palabras de la representante de Emaús Bilbao que lidera el proyecto, Rosa Gil, “es un motivo de orgullo y una razón más para seguir un camino que no parece fácil”.
Ciertamente, la lejanía física y la diversidad de realidades de cada una de las entidades miembro no lo pone fácil, sin embargo, la apuesta ha sido firme. Hay que reducir la brecha existente entre las oportunidades que el nuevo marco normativo ofrece a entidades de la Economía Social -especialmente a Empresas de Inserción-, promover la disposición de las administraciones locales para cumplir con las obligaciones que plantea ese marco normativo, y fomentar la propia capacidad de estas entidades, de ofrecer un servicio de calidad a las distintas administraciones, especialmente a las de ámbito local y en el sector de la recogida de residuos de aparatos electrónicos (RAEE), voluminosos y textil.
Y este proyecto ha sido una oportunidad idónea para todo ello.
Había que aprovechar este impulso, del que tanto se habla, de un nuevo modelo basado en la Economía Circular, de la que estas entidades atesoran un conocimiento y una experiencia única, que las coloca como posibles sujetos de ese cambio que tanto se persigue y que se concreta en una serie de objetivos. Como lo son la reducción de la generación de residuos (un 15% respecto de lo generado en 2010), la reducción drástica del depósito en vertedero y el establecimiento de una nueva jerarquía de residuos que permita el crecimiento exponencial del aprovechamiento de lo que hoy se considera residuo. De esta manera, se pretende situar la reutilización como el proceso prioritario, incrementando así las tasas de preparación para la reutilización hasta llegar al 10% de los residuos municipales generados. Al mismo tiempo, de esta manera se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo una contribución consecuente a la lucha contra el Cambio Climático y a la Transición Ecológica.
Un dato interesante: se calcula que el 67% de la demanda de minerales para la transición energética podría cubrirse con metales reciclados gracias al ahorro y a la economía circular.
Por tanto, el papel de las entidades que conforman Amalur Reutiliza es crucial para ese cambio, y en eso llevamos trabajando no sólo los seis meses desde los que se lleva ejecutando este proyecto, sino desde que se constituyeron todas estas entidades.
Este esfuerzo sería en vano si no se encuentra el respaldo de las sociedades en las que cada una de ellas desarrolla su actividad y, especialmente, de las respectivas administraciones con competencias en estas materias.
Por esta razón, el proyecto Amalur Reutiliza busca precisamente que ese respaldo se concrete de manera real y que pueda impulsar el cambio hacia una sociedad más concienciada y eficiente.
El proyecto Amalur Reutiliza está financiado por la Unión Europea – NextGenerationUE y dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
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