LA VIOLENCIA MACHISTA UNA LACRA QUE NO CESA
El Consejo Rector de Emaús Bilbao quiere agradeceros a todos y todas las compañeras que os habéis sumado a este encuentro anual, al que hemos puesto una fecha muy significativa. Como todos y todas sabéis hoy se celebra “el día internacional de la lucha contra la violencia ejercida sobre las mujeres y las niñas”. En todos los lugares del planeta están convocadas concentraciones, encuentros como el nuestro, manifestaciones y actos en los que denunciar esta conducta aprendida e instalada en nuestra sociedad, y que, a pesar de la declaración de voluntad de una gran parte de la clase política, no cesa.
Cabe preguntarnos si esa voluntad es tal, si de verdad se está poniendo un interés real en erradicar la violencia que se ejerce sobre las mujeres por el mero hecho de ser mujeres, cabe preguntarse si ese compromiso es asumido en las calles, en los centros de salud, en las escuelas, los medios de comunicación, las empresas, las comisarias, los juzgados….
El sufrimiento ejercido a un gran número de mujeres cada minuto, cada día, cada año, es una desdicha que no provoca necesariamente una reacción radical; a lo sumo puede suscitar compasión, piedad, caridad; ni siquiera provoca necesariamente a la indignación, a la cólera o a la protesta colectiva continuada. El sufrimiento de las mujeres sólo suscitaría indignación real y de protesta continuada, si gran parte de la población tuviera la convicción de que este sufrimiento es injusto, pero parece que no. A pesar de todos los actos convocados para hoy, esta indignación se suavizará mañana, aunque los datos de las consecuencias de la violencia machista sigan siendo escalofriantes.
Sin contar a las mujeres silenciadas, el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 8,3% en el año 2022, hasta 32.644. La tasa de víctimas de violencia de género fue de 1,5 por cada 1.000 mujeres de mas de 13 años. Esto no son solo cifras, son historias de sufrimiento que no podemos normalizar.
Compañeros y compañeras de Emaús, no podemos quedarnos de perfil bajo ante semejante monstruosidad. La violencia de género es la manifestación más extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres y no desaparecerá mientras no se consiga la igualdad real y efectiva entre ambos sexos. Por eso no vamos a quedarnos en este acto, Emaús se compromete a trabajar en los próximos años por conseguir, al menos dentro de nuestra entidad, despojarnos de las desigualdades, aprender a detectar cualquier conducta de trato injusto, a implementar acciones positivas, a poner en evidencia cualquier actitud machista, perseguirla y expulsarla de Emaús. Para eso necesitamos la colaboración de todos y todas vosotras porque las desigualdades no afectan únicamente a las mujeres, sino también al desarrollo económico y social del grupo; por tanto, Emaús ha de interiorizar que la lucha contra la desigualdad de género es una «cuestión de todos y todas “ y no un «tema de las mujeres».
Es por esto por lo que para Emaus Bilbao, la igualdad será el desafío que guiará nuestra practica en los próximos años, y exigirá el compromiso político de todo el colectivo a favor de la construcción de relaciones de género equitativas y justas.
¡Esperamos de vosotras y vosotros este compromiso ¡
GRACIAS